El proyecto para diseñar la nueva sede de la “Cooperativa Sociale Insieme” surge de la voluntad del cliente de unificar las tres sedes diferentes con las que contaba la cooperativa, donde se llevaban a cabo diversas tareas, a fin de optimizar los costos y servicios.
Con este objetivo se concibe un edificio de dos plantas de aproximadamente 3.300 m2, construido en gran parte a base de elementos prefabricados, capaz de alojar generosos espacios de recepción y acogida como por ejemplo la gran sala en la primera planta en continuidad con la cubierta-jardín anexa; productivos, como los laboratorios para la recuperación textil, de carpintería y el centro ecotech; y comerciales, como la gran sala de venta de casi 900 metros cuadrados en la planta baja. También se ha dado forma a un nuevo bar-cafetería, de carácter flexible, polifuncional e independiente, ya que puede funcionar con horarios no necesariamente iguales a los de la cooperativa.
La parte proyectual y distributiva – fruto de una colaboración entre los arquitectos Guido Cabrini, Alessandro Piazza y Umberto Saccardo – ha otorgado una gran importancia a la creación de espacios funcionales no sólo en el ámbito laboral, sino también espacios receptivos, salas de reuniones e intercambio… según fuera necesario. Es con esta perspectiva que se ha optado por proponer la cubierta jardín como lugar de pausa y reunión, ofreciendo además un espacio adicional para ubicar una posible exposición o desarrollar otro tipo de iniciativas. En el exterior, un gran pórtico sobre dos columnas hace las veces de umbral que invita a entrar, estableciendo una relación de dualidad entre el interior y el exterior.
Con el fin de crear un entorno de trabajo de escala humana se ha optado por espacios muy luminosos, llevando a cabo una cuidadosa selección de los materiales a utilizar, como por ejemplo la madera de alerce para la entrada. El aislamiento térmico de algunos elementos, en particular del techo y de los cerramientos a fin de mantener el consumo energético lo más bajo posible, también entran en el contexto de respeto por el medio ambiente; así como el sistema de recuperación y acumulación de agua pluvial para la irrigación de las zonas verdes.
La operación se llevó a cabo gracias al primer convenio urbanístico con modificación puntual del planeamiento promovido por el Ayuntamiento de Vicenza, creando una parcela a medida para la inserción de este edificio polifuncional que pudiese albergar diversos usos, que difícilmente hubieran tenido cabida dentro de un área industrial o de un área residencial.