La intervención para reestructurar este anexo rústico de piedra, utilizado hace cincuenta años como cobertizo de herramientas y refugio para la cría de pequeños animales, nace del deseo del cliente de disfrutar de un refugio privado rodeado de vegetación, alejado del estrés de la vida de ciudad. Un lugar donde pasar los fines de semana relajado en la naturaleza, recargar energías y no sólo: devolverle la vida a esta propiedad también supuso poner en valor su posición como punto base para la protección del bosque adyacente y el mantenimiento de un territorio que, de lo contrario, abandonado a sí mismo, ya no sería utilizable.
Con este objetivo ideamos un proyecto que se basase en la preservación respetuosa del hábitat existente y circundante: una intervención de mínimo impacto, de puntillas, orientada a restaurar el lugar y consolidar los espacios exteriores, los muros de piedra y la sostitución de las vigas originales.
Para la concepción de la nueva distribución en planta y los acabados interiores se trabajó a estrecho contacto con el cliente. El reto era encontrar las soluciones más adecuadas para un espacio extremadamente reducido – 20 m2 antes de las obras de ampliación – y adecuarlo a las necesidades de hoy día, dotándolo así de una sala de estar con cocina y un baño con antesala en la planta baja y un dormitorio en el primer piso.
Por lo tanto, la única -estrictamente necesaria- variación al plano original fue la adición de un baño en la pared oeste, en la parte trasera del edificio. El nuevo volumen así diseñado resulta parcialmente enterrado, para minimizar su percepción desde el exterior, y fue realizado con los mismos materiales que la estructura, tanto en mampostería como en cubierta, reproduciendo fielmente las técnicas constructivas y materiales tradicionales.
En el primer piso, conectado por una escalera a lo largo de la pared sur, se encuentra el dormitorio principal que goza de una extraordinaria vista abierta sobre los prados y los bosques de árboles de hoja caduca: para maximizar la luz y la visual, se ha insertado la gran ventana panorámica donde se encontraba el gran agujero del que tiempo atrás se sacaba el heno para secarlo.