Una mayor luminosidad y una distribución más funcional de los espacios, son los dos puntos clave de este proyecto de recalifación energética, antisísmica y arquitectónica en la guardería Il Nido di Jacopo.
En este jardín de infancia era necesario, según la convocatoria de la licitación, un aumento de la eficiencia energética y una adaptación de los sistemas de prevención sísmica, eléctricos y anti incendios. Todo este trabajo mejoraría las condiciones de sus huéspedes: niños de 0 a 5 años, ya que se trataba tanto de guardería como de escuela preescolar, y las de sus trabajadores. Por todo esto, nuestra intervención se basaba principalmente en la mejora energética del contenedor, en primer lugar mediante la colocación de cerramientos de última generación sustituyendo las ventanas obsoletas, poco eficientes y disconformes con la normativa de prevención de riesgos laborales.
Además, se procedió a realizar una operación de aislamiento externo, y allí donde la altura interna de las estancias lo permitía, también se decidió aislar con un falso techo. En los locales de la planta baja se optó por una nanotecnología particolar que permitiría reducir el grosor del aislamiento a sólo 2 cm.
El objetivo principal de nuestra intervención, dentro de los límites del presupuesto que se nos otorgó, fue el de la mejora general del espacio y las condiciones de benestare de los ocupantes: por este motivo, resultaba esencial aumentar la luminosidad de todos los entornos, transformándolos en algo completamente nuevo. Una distribución más racional de los espacios, el reajuste de las dimensiones de las aperturas y la elección de tonos claros para los acabados han mejorado no sólo la funcionalidad del espacio sino su percepción emocional, haciéndolos más adecuados para la enseñanza y el juego.
De hecho, empezando por la ubicación del dormitorio de los lactantes y de la sala de enseñanza, se optó por invertir la orientación siguiendo la dirección este-oeste en favor de la sala de enseñanza: esto nos permitió abrir una gran ventana al jardín y transformar un ambiente angosto y oscuro sin vistas externas en una nueva habitación luminosa y agradable, donde el verde del fondo en la pared posteriore hace referenzia al jardín al aire libre. Esta reorganización particolar de las instalaciones responde aún mejor a y más correctamente a las necesidades de los trabajadores y docentes que, gracias a este intervento, ahora pueden controlar simultáneamente las áreas externas e internas.
Además, se ha conseguido incrementar la iluminación natural de las estancias gracias a los nuevos tragaluces y a la elección de tonos pastel y blanco para las particiones internas, subrayando de este modo en lugares puntuales las diferentes funciones de los espacios; como en el caso del nuevo comedor, cuya pared principal se ha coloreado con un delicado color capuchino.