Un ático de lujo con spa y amplias terrazas es el protagonista de este diseño de interiores.
La idea del proyecto ha sido desde el principio hacer converger los espacios interiores con la gran superficie que tenían las terrazas, creando un diálogo continuo entre interior y exterior que nos ha llevado a la solución final: un gran espacio abierto donde la cocina de Arclinea se convierte en el punto de apoyo de la vida familiar, al servicio tanto de la sala de estar como de la terraza exterior.
Cobra un papel de relevancia el elemento central, revestido con papel de pared y trabajado como si fuera un elemento de mobiliario en sí, que recibe a las visitas y separa los trayectos entre la zona de día y la zona más íntima y privada de la zona de noche.
En el piso superior encontramos una altana, una especie de plataforma-belvedere cubierta típica de la arquitectura italiana que se encuentra en la parte más elevada de la cubierta de un edificio. En este caso, la altana alberga una salita privada y una terraza con jacuzzi externo integrado en el pavimento de madera.