Durante la intervención nos hemos concentrado en implementar una distribución clásica de una vieja tipología de apartamento de los años 50-60 y que presentaba – en línea con las costumbres proyectuales de la época – un hall de entrada excesivamente grande y un generoso pasillo de distribución para todos los ambientes adyacentes.
En base a las exigencias del cliente, se ha racionalizado la distribución de la planta moviendo la puerta de acceso e integrando la propia entrada con la cocina, transformando el ambiente en un espacio más amplio y cómodo. Un generoso espacio abierto, obtenido gracias a la demolición de un tabique, caracteriza toda la unidad: en este caso el uso del color – un marrón cálido – no sólo devuelve vida a la vivienda sino que subraya la columna vertebral de la misma. Se crea de este modo un apartamento de dos habitaciones manteniendo la posibilidad de ampliarlo a tres en base a necesidades futuras.
La vivienda goza además de dos baños de grandes dimensiones, uno de los cuales presenta una ducha accesible del mismo tamaño que el antiguo baño de servicio.
La rehabilitación preveía, además de la remodelación absoluta de las instalaciones de electricidad, de calefacción, de A.F.S/A.C.S, el diseño a medida de toda una serie de mobiliario de obra.