Esta intervención arquitectónica surge con el deseo de devolver la vida a un antiguo palacio del centro de Vicenza que desde hace tiempo se encontraba en desuso y en deficiente estado de conservación: gracias a una serie de beneficios fiscales promovidos por el gobierno italiano para facilitar la reforma de edificios ateniéndose a unos requisitos mínimos de eficiencia energética, ha sido posible crear dos apartamentos con certificación energética A2, dotados de toda comodidad y con estándares modernos, para ser utilizados en alquiler.
La idea principal del proyecto era ensalzar el pasado y la memoria histórica del inmueble -protegido por la Soprintendenza, el ente italiano encargado de conceder y supervisar las intervenciones en edificios de elevado valor histórico- restableciendo en la medida de lo posible su unidad formal. Durante la Posguerra de la Segunda Guerra Mundial, el edificio sufrió una fuerte intervención que había roto desde entonces su estructura original, por lo que recuperarla era uno de los objetivos principales. De este modo, se procedió a restaurar la fachada principal del patio interior, la escalera monumental -que tras las anexiones superfluas durante la especulación inmobiliaria de los 70 resultaba tapiada e inutilizada- vuelve a ser accesible y visible para los inquilinos; y por último la galería, antes dividida en dos unidades diferentes, ha sido recompuesta y conservada en su totalidad, incluyendo los techos abovedados y los pavimentos originales de terrazo.
La filosofía de este proyecto ha sido la de reutilizar y recuperar elementos allá donde fuera posible: los escalones en piedra de Vicenza, la gran balaustrada de la escalera en hierro forjado, la puerta de madera maciza del siglo XVII encontrada en la buhardilla… todo se ha recuperado y ha sido expuesto cuidadosamente en su nueva ubicación, enriqueciendo así los modernos apartamentos con elementos únicos y característicos que ponen en valor la historia de todo el enclave. En la entrada común, el ascensor de vidrio y los elementos tubulares de acero que hacen las veces de patinillo de instalaciones se funden en un conjunto armonioso a caballo entre lo nuevo y lo viejo, con la pared original en piedra a la vista como telón de fondo para que la historia del edificio sea legible.
El nuevo apartamento en la primera planta tiene salida a la terraza creada en correspondencia con el antiguo patio, embellecida con una jardinera de grandes dimensiones construida en acero corten y especialmente diseñada para proteger el gran tragaluz preexistente. En la logia interna encontramos la cocina: un entorno único en el que hemos elegido utilizar ventanas radiantes en lugar de un sistema de calefacción tradicional. De este modo, se garantizaba la conservación de la poca superficie a disposición ya existente sin ocupar mas espacio, y al mismo tiempo se eliminaba el efecto “pared fría”, obteniendo así la máxima comodidad. Finalmente, ocupando una posición escenográfica y claramente ornamental dentro del salón con vigas de madera a la vista se ha colocado la puerta del siglo XVII, separándolo de la cocina.
En la segunda planta la estructura planimétrica ha sido modificada, haciendo posible pero respetando al mismo tiempo los vínculos históricos, la realización de un apartamento de dos dormitorios, dos baños y lavandería, cocina, salón con doble altura y una generosa terraza típica denominada altana con cinco ventanales que ofrecen espectaculares vistas sobre los techos del centro histórico de Vicenza.
En ambos apartamentos se ha procedido también con gran trabajo de refuerzo estructural y de mampostería, los forjados han sido sustituidos completamente, se ha adosado una capa de aislamiento térmico al intradós de los muros perimetrales, se ha instalado un sistema de calefacción por pavimento radiante y aire acondicionado; mientras que para los acabados se ha optado por materiales fáciles de mantener -como el gres cerámico para los pavimentos- perfectamente funcionales y en línea con los requisitos de esta operación inmobiliaria.