El proyecto preveía la rehabilitación de cinco viviendas independientes que formaban parte de una propiedad en el centro histórico de Vicenza, poniendo especial atención en redistribuir los ambientes adaptándose a las exigencias del cliente, culminando en la creación de dos nuevas viviendas dotadas de garaje en la planta baja.
Cada una de las unidades goza de unos característicos forjados con vigas y entarimado de madera vista y presenta una distribución que se repite: un salón grande y espacioso, una cocina independiente, un estudio y finalmente dos amplios dormitorios.
El inmueble – que se desarrolla en tres niveles comunicados por una escalera de varios tramos – se distingue ahora principalmente por dos curiosos elementos: una doble altura que preside el salón del piso segundo y la vieja buhardilla transformada en un ático habitable, que permite el acceso a una terraza antes inexistente resultado de una inteligente intervención en una de las faldas de la cubierta.